domingo, 12 de enero de 2014

MACHO


MACHO

No hay nada más masculino que salir de la ducha y vaporizarte el pecho con desodorante para hombre. Una pasada, dos pasadas, tres pasadas…. Sobaco izquierdo, sobaco derecho, una mosca cae muerta y un poco en la espalda. Mi cuarto de baño atufa a macho limpio. Me encanta ese olor a química masculinidad. Arranco con los dientes la etiqueta de mis nuevos calzoncillos. Boxer. Solo uso bóxers en noches especiales. Un par de veces a la semana. Tres en vacaciones. Los calzoncillos se adaptan a mi cuerpo como si fueran paños mojados. La goma es firme, pero sin apreturas. El tacto de la licra es suave. Limpio el vaho del espejo con una toalla y compruebo que me quedan perfectos. Realzan mis formas, realzan mi culo… realzan todo.

No hay nada más masculino que afeitarse solo con un bóxer. La cara enjabonada con el gel más caro de los grandes almacenes. La cuchilla se deslizándose suavemente por mi cara y descubriendo la orografía de mi mentón. Miro de reojo a la puerta por si en este momento le da por entrar a una modelo sueca que quiera palpar la licra de mi recién estrenada prenda, que quiera terminar sucia con el gel de afeitar. No es así. Aún no. 

After Shave. Pica. Me aguanto. Soy macho. En eso consiste. Abro la puerta del baño y toda la casa se llena de vapor. Avanzo hacia el dormitorio. Abro el armario. La camisa blanca recién planchada. Dejo dos botones abiertos… dos no, mejor tres. Pantalón vaquero y deportivas. Vuelvo al baño donde no encuentro un número de teléfono anotado con barra de labios en el espejo. Aún no.
Gomina extrafuerte efecto mojado. Sin peine, que parezca casual. Perfume (70 euros los 200 mililitros). Cuello, muñecas, camisa.. . Atufo. Atufo a macho limpio. Me encanta. La cartera, las llaves del coche, las gafas para conducir y el tabaco. Me voy de putas

Tomo la salida de la autovía que me lleva a un paraíso de pago. Mi coche tras unos setos donde nadie pueda ver la matrícula. El portero que me saluda llamándome por mi nombre (por el que él cree que es mi nombre). Entro por la puerta, separo la cortina de terciopelo rojo y todas las miradas se vuelven hacia mí. Comienza el protocolo de los saludos. Katrina se acerca a la barra “¿Lo de siempre?” “Lo de siempre”. Sonia me prepara un gintonic de ginebra azulada mientras contemplo el local. Todo es rojo. Las uñas, los vestidos, las luces… En la vida debería haber más luces rojas. El sol disuelve las fantasías. En el país de las maravillas nunca escatimaron en filtros rojos

“Hueles bien” dice Katrina mientras juguetea con los cuellos de mi camisa. “Hueles muy bien” . Sonrío. Me encanta que haya personas que aprecien las molestias que uno se toma. La tomo de la cintura sabiendo que eso significará un Agua-tonic para Katrina a mi cargo. Aunque esta noche ella no será quien conozca mi recién estrenada ropa interior.

Gladis. Nunca la había visto. Está asustada, cabizbaja, perdida en un mundo de luz roja al que se resiste a pertenecer. Me acerco a ella y me dedica una sonrisa forzada. Es joven, muy joven… Seguramente haya alcanzado hace muy poco su mayoría de edad… seguramente. Sus ojos oscuros se atreven a cruzarse con los míos. Entonces soy yo el que sonrió. Acabo de realizar mi elección. En su cara hay algo de súplica que me gusta… quizá un “Sácame de aquí”. Y eso es lo que hago. Empujo la puerta que conduce a los dormitorios mientras Gladis me mira con pánico….. eso me hace sentir aún más masculino. “Me he perfumado para ti, cariño” le digo mientras entramos en una habitación con tan solo cama y un lavab. “¿A caso no huelo bien?”

Pensé que esta noche lo único que iba a estrenar eran mis calzoncillos.



"Shock &  Show 2". El texto no fue íntegro al espectáculo ya que Nina Reglero realizó una adaptación dramatúrgica (con gran acierto) para el show. El texto original es más largo y más triste. A modo de curiosidad os lo muestro íntegro



domingo, 3 de marzo de 2013

UÑAS




                                    
          A
               ¿Qué haces?

          B
               Me pinto las uñas

          A
               ¿por qué?

          B
               Porque me gustan rojas

          A
               ¿rojas?

          B
               Rojas. Mira

          A
               Ya, ¿pero por qué?

          B
               No tengo otra cosa que hacer

          A
               Ya

          B
               ¿y tu?

          A
               Yo no me las pinto

          B
               Ya... y no tienes otra cosa que hacer

          A
               Eh... si

          B
               ¿por ejemplo?

          A
               Preguntarme por qué te pintas las uñas

          B
               Ya te lo he dicho...

          A
               Si, porque te gustan rojas

          B
               exacto

          A
               ¡Pero con la que está cayendo!

          B
               Todavía puedo

          A
               ¿qué?

          B
               Todavía me puedo permitir ir al chino y comprarme un
               botecito de laca de uñas

          A
               ¿todavía?

          B
               Veremos el próximo més

          A
               Anda, vámonos

          B
               Todavía no he terminado

          A
               ¿de hablar?

          B
               ¡de pintarme las uñas! esta operación hay que
               realizarla con mucho cuidado

          A
               ¿por qué?

          B
               Porque si no, no quedan bien

          A
               ¿y para qué quieres que queden bien?

          B
               Me estás haciendo perder la concentración

          A
               ¿para qué quieres que queden bien?

          B
               ¡ay! pues para lucirlas. No me voy a pintar las uñas
               para quedarme en casa

          A
               - tras una pausa - Tu no tienes casa

          B
               Pues por eso mismo. Si tuviera casa probalbmente no
               tendría necesidad de pintarme las uñas porque para
               estar en casa no es preciso pintarse las uñas,
               maquillarse o perfumarse, pero es que resulta que
               estamos en la calle, es decir, mi vida social se ha
               incrementado una barbaridad, y por eso, entre otras
               cosas,  me pinto las uñas

          A
               ya... de rojo

          B
               Me gustan rojas

                    empieza a mover las manos para secarse la laca de
                    uñas

          A
               ¿y ahora qué haces?

          B
               ¿tu que crees?

          A
               Yo ya no creo nada

          B
               me seco el esmalte.. mira

          A
               ¡Qué olor!

          B
               Luego se pasa

          A
               ya

          B
               todo pasa

          A
               Venga, vamonos

          B
               ¿a donde?

          A
               no lo se... a otro lado

          B
               ¿por qué?

          A
               por cambiar. Llevamos aquí ya un buen rato

                    B se levanta de la silla y se la cede a A

          B
               sientate

          A
               ¿por qué?

          B
               tu siéntate

                    A se sienta

          B
               ya hemos cambiado de lugar ¿ves que fácil? tu estás
               allí y yo estoy aquí

          A
               me refería...

          B
               ¿no lo ves todo diferente?

          A
               ¿qué?

          B
               ahora tu estás sentada y yo estoy de pie

          A
               ¿y?

          B
               pues eso

                    B muestra sus uñas

          A
               ¿y ahora que haces?

          B
               Enseñar las uñas

          A
               ¿para qué?

          B
               para que todo el mundo vea que me las he pintado
               ¿quieres que te las pinte?

          A
               ¿a mi? no, no, no...

          B
               te verías muy bien con las uñas pintadas

          A
               no lo creo


Texto escrito para el  espectáculo SHOCK AND SHOW de RAYUELA PRODUCCIONES TEATRALES y realizado en el LAVA durante el més de septiembre de 2012

domingo, 16 de diciembre de 2012

DE PROFUNDIS (LOS CLAUSTROS RESPIRAN) y II



UNAMUNO

  Aquella noche, aquella fatídica noche en la que se fue Raimundo pude ver a Concha, mi  esposa, abrazándole y gritando “¡hijo, mío! ¡Hijo, mío!” Me vestí y me puse a deambular por la zona antigua con estupefacto y con lágrimas en los ojos. Cuando llegué a la calle San Pablo y vi la majestuosidad de San Esteban entré para refugiarme aquí. En este claustro encontré paz, meditación y reflexión durante tres días. Los frailes dominicos me acogieron y cuidaron de mi dolor. Aunque traje papel y pluma, nada pude escribir. Lo intenté, pero  cada vez que escribía una frase arrugaba las hojas  formando  pelotas de papel que quedaban dispersadas por todo este claustro de aljibes. Esas pelotas de papel fueron mis más descarnadas obras papirofléxicas, sin precisión, sin matemáticas dobleces…  La cocotología del dolor regaba estos suelos

domingo, 9 de diciembre de 2012

DE PROFUNDIS. LOS CLAUSTROS RESPIRAN



EL TIEMPO

Bienvenidos. Les estaba esperando. Sabría que vendrían y que estarían aquí a  esta  hora, con estos minutos, con estos segundos…. No tienen que tener miedo de mi puesto que siempre he estado aquí. (comienza a caminar hacia el público). ...y no me refiero a “aquí”, en este claustro de invierno o a “aquí” en el convento de San Esteban.  Me refiero a…. en fin,  puede ser un  tanto complicado explicarles.  Todos ustedes me conocen.  Hasta me temen, pero no tienen  por qué tener miedo  ya que siempre estaré aquí y eso es inevitable.. . No solo en este convento de San Esteban o en este Claustro de invierno donde nos hemos encontrado cara a cara, no…  Verán, soy EL TIEMPO. (ha llegado hasta casi la altura del público). Si, les recuerdo, recuerdo a todos ustedes. Yo he esculpido cada uno de esos rostros con mis manos.  Cada uno de sus rostros es una obra de arte que me ha llevado años modelar.  ¡Me siento tan  orgullosa de mi trabajo!  No es arbitrario que el destino haya querido que nos encontremos aquí. He observado  a lo largo de los años como  este espacio ha ido cambiando, creciendo, igual que un organismo vivo. Un organismo vivo formado por células y  esas células, son todas las almas que han estado alguna vez entre estas paredes:   Frailes, obispos,  Reyes, Príncipes, también notables   escritores…. Bienvenidos a este museo del tiempo que no es más que la vida interior del convento. Mi encuentro con ustedes comienza aquí, en este claustro “de profundis” mal llamado Claustro de Colón

Fragmento del montaje creado para la teatralización del Convento de San Esteban de Salamanca dentro del programa "Las llaves de la ciudad"