EL TIEMPO
Bienvenidos. Les estaba esperando. Sabría que vendrían y que
estarían aquí a esta hora, con estos minutos, con estos segundos….
No tienen que tener miedo de mi puesto que siempre he estado aquí. (comienza a
caminar hacia el público). ...y no me refiero a “aquí”, en este claustro de
invierno o a “aquí” en el convento de San Esteban. Me refiero a…. en fin, puede ser un
tanto complicado explicarles.
Todos ustedes me conocen. Hasta
me temen, pero no tienen por qué tener
miedo ya que siempre estaré aquí y eso
es inevitable.. . No solo en este convento de San Esteban o en este Claustro de
invierno donde nos hemos encontrado cara a cara, no… Verán, soy EL TIEMPO. (ha llegado hasta casi
la altura del público). Si, les recuerdo, recuerdo a todos ustedes. Yo he
esculpido cada uno de esos rostros con mis manos. Cada uno de sus rostros es una obra de arte
que me ha llevado años modelar. ¡Me siento
tan orgullosa de mi trabajo! No es arbitrario que el destino haya querido
que nos encontremos aquí. He observado a
lo largo de los años como este espacio
ha ido cambiando, creciendo, igual que un organismo vivo. Un organismo vivo formado
por células y esas células, son todas las almas que han estado alguna vez
entre estas paredes: Frailes,
obispos, Reyes, Príncipes, también
notables escritores…. Bienvenidos a
este museo del tiempo que no es más que la vida interior del convento. Mi
encuentro con ustedes comienza aquí, en este claustro “de profundis” mal
llamado Claustro de Colón
Fragmento del montaje creado para la teatralización del Convento de San Esteban de Salamanca dentro del programa "Las llaves de la ciudad"
No hay comentarios:
Publicar un comentario