MUJER
Esta
noche me siento excesiva. Tal vez
excesivamente excesiva. Exageradamente excesiva. Esta noche me siento excesiva porque soy excesiva.
Me
dijeron que podía haber elegido un modelo más sencillo, unos zapatos más bajos,
un color de labios más natural, un pelo menos encrespado, un perfume más sutil,
una vida más por defecto que por exceso. Me dijeron tantas cosas… tantas que se excedieron con sus comentarios.
El
exceso comienza cuando abro los ojos a media tarde. Cuando otros meriendan yo
desayuno. Tomo un café contemplando
desde la ventana el amanecer eléctrico de las farolas de la avenida, de las
luces de los comercios, de los neones de los bares de copas. Cuando otros
vuelven a casa yo ya me encuentro en la ducha. Cuando a otros se les cierran
los ojos, el rímel se apodera de los míos. Una lata de carne para el gato. Un
último retoque en el espejo del hall. Dos toques de perfume intenso en el
cuello y otros dos en las muñecas. El
exceso sale a la calle.
Tal
vez siempre vi mi vida con los ojos del
exceso. Cenicienta llevaba taconazo de
cristal y a las doce se negaba irse de la fiesta ( a esa hora ya estaban
todos borrachos ¿qué más da si pierde su vestido?). Blancanieves llamaba a la
bruja al móvil para que le consiguiera cuarto y mitad de manzanas narcóticas.
Caperucita escondía lencería en la cesta por si se encontraba con el lobo poder cambiar sus bragas de diario. Rapunzel
instaló un ascensor en la torre para que el príncipe de turno subiera sin tener
que trepar por sus trenzas que terminaban en puntas abiertas.
Cuando
llega la noche el exceso sale a la calle. La luz del día no empasta bien con el
exceso, su insultante naturalidad ilumina las trampas. Sin embargo, el ámbar de
las farolas suaviza mis rasgos. La noche
es el escenario del exceso. Cuando ya nadie tiene prisa no te miran, te
contemplan. Comienza mi ronda
nocturna por locales excesivos , locales con aires antiguos, con olor a moho enmascarados
por ambientadores industriales, donde
puedo beber en exceso. Puede que hable con alguien, puede que cante, puede
que duerma acompañada o puede que termine sola,
cenando un café con churros antes de que los putos pájaros estridentes me anuncien que está
anocheciendo.
Pero
aún quedan unas cuantas horas para poder desplegar mi estridencia como un pavo real.
Esta noche me siento excesiva. Tal vez
excesivamente excesiva. Exageradamente excesiva. Esta noche me siento excesiva
porque soy excesiva.
Texto íntegro perteneciente al espectáculo SHOCK AND SHOW de RAYUELA PRODUCCIONES TEATRALES. Interpretado por MARTA RUIZ DE VIÑASPRE bajo la dirección de NINA REGLERO
1 comentario:
IMPRESIONANTE !!! Hay veces que no se encuentran las palabras para describir tanto Arte.
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