domingo, 15 de junio de 2008


PUES A MI ME HA GUSTADO...

Supongo que porque soy de escuela... y los de escuela somos un poco raritos.

A ver. Reconozco que el montaje es largo y que, en muchas ocasiones, carece de ritmo. Reconozco la estridencia y los gritos de los actores, reconozco todo eso...

Lo que también quiero decir es que el gran autor Heiner Müler es uno de los exponentes de lo que podríamos llamar “teatro expresionista”, cuyas bases estilísticas interpretativas incluyen el grito, la estridencia, el no-naturalismo, la agresividad hacia el público/sociedad... No se trata de alentar a las almas, si no de retorcer los intestinos.... que lo consiga esta puesta o no, es otra cosa... pero Müller escribía y quería ser representado así.

Quizá esto es una falta de objetividad como la copa de un pino por dos razones: La primera es que estuve cuatro meses trabajando en la Escuela de Arte Dramático HAMLETMACHINE de Müller y estos eran los códigos (también he de decir que me aburrí notablemente durante el proceso). La segunda es por que no puedo evitar pensar en el papelón que con el que han tenido que lidiar estos pobres actores, y ya no lo digo solo por la retención de la escenografía en Valencia por la huelga de transportes, si no porque aguantar como se levanta la mitad del teatro a mitad de la representación (y de manera muy poco educada, todo hay que decirlo) es muy duro para el que está defendiendo su trabajo. Servidor se hubiera hundido a la primera de cambio, pero estos chicos brasileños se mantuvieron al 100 % hasta el final... ¡OLE!


¿será un problema del montaje o de la programación?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a Noé y a mi, luisMi, también... Apuntaría puntos débiles como olos que indicas, de exceso de tiempo, cierta estridencia que podría mitigarse un poco. Pero en su conjunto creo que es un trabajo muy interesante, por lo arriesgado de optar por la provocación que incomoda y molesta al público, por el fondo del mensaje (que sí que lo había, nada que ver con el de los hilitos, el quijote parisino y otras lindezas que no tenían nada que rascar. Y me ha gustado mucho el trabajo con la imagen; la cá,mara como el ojo que te acerca el espacio oculto, que te permite ver algo que sucede ahora en directo también, pero que que el espectador no puede ver, una narrativa dramátiva verdaderamente potente. Me congratula coincidir contigo.

Anónimo dijo...

Rarito sí que eres ;)
Estoy de acuerdo con lo de los gritos. La obra se hacía larga hasta el infinito y tal tal tal pero, coño, lo de las cámaras fue genial y había alguna cosilla más que se salva...
No sé si lo viste pero la mayor parte de la gente que se levantó y se marchó subía la media de edad general del Festival y, por las pintas, olían a amiguitos de la cultura que habían ido porque había recibido invitación (ojo, una servidora, también)
Me recordó a lo que pasó el año pasado con el montaje de Rodrigo García...

Anónimo dijo...

mis amigos y yo nos fuimos y tenemos de 20 a 25 años.Hemos vivido en berlin 2 años, alguno de nosotros y hemos visto mucho teatro que si era provocacion. Esto no era provocativo, simplemente un rollo.
En la puerta había mucha más gente de nuestra edad, tan aburridos y hartos de gritos como nosotros...
Nos gusta el teatro,por eso este espectáculo no nos gustó.